Hoy, cuando todo el mundo celebre el Día del Ambiente, los tucumanos no tendrán mucho para festejar. Por el contrario, la contaminación de los cursos de agua de agua de la provincia, con basura y con desechos industriales, no tiene freno. El aire también se encuentra viciado en exceso y, como agravante, hay cada vez menos árboles a causa de la deforestación. El daño a la tierra se incrementa sin que haya muchos controles para frenarlo. Sin embargo, una mayor conciencia ambiental enciende una ilusión.